Un mural pide acción en la cumbre del clima de Glasgow. REUTERS / YVES HERMAN

Durante la cumbre de líderes que se está desarrollando en Glasgow, un centenar de países, que representan al 85 por ciento de los bosques del planeta, han sellado su compromiso para detener y revertir la destrucción de los bosques, con el horizonte puesto en 2030.

Al compromiso se han adherido países o regiones como Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y Reino Unido, que además han sumado a esa promesa una fuente clara de financiación para lograrlo.

Concretamente, la Unión Europea contribuirá con 1.000 millones de euros (unos 1.160 de dólares) a la iniciativa global para frenar la deforestación para 2030, según ha anunciado von der Leyen.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha reivindicado que este acuerdo es una “oportunidad para acabar con la larga historia de la humanidad como conquistadora de la naturaleza, y pasar a ser su guardiana”.

Los bosques albergan 60.000 especies diferentes de árboles, el 80 por ciento de las especies de anfibios, el 75 por ciento de las especies de aves y el 68 por ciento de las especies de mamíferos de la Tierra, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Pero las cifras revelan el tamaño de esta catástrofe: durante los últimos 13 años más de 43 millones de hectáreas de bosque han sido devastadas en esos ecosistemas, una superficie comparable con el estado estadounidense de California.